jueves, 13 de octubre de 2011

Mi vecino, el colono: o de como se vive la ocupacion en Azzun Atma

Cuando mi abuelo (o nonno) estaba vivo, siempre que había que desconocíamos, lo primero que decíamos era “preguntémosle al nonno”, él siempre tenia la respuesta. Después de que él falleció, no podíamos “preguntarle al nonno”, así que en mi familia recurríamos al “googlealo”.
Cuando me entere cual era la ciudad en la que iba a vivir estando en Palestina, lo primero que hice fue “googlear” Jayyus. Entre las muchas páginas que aparecen, esta un artículo de Wikipedia que describe con bastante fidelidad la realidad de Jayyus. No pasa lo mismo otra ciudad palestina llamada Azzun Atma.
No es mi intención menospreciar el artículo de Wikipedia, ni mucho menos, que solamente menciona la cantidad de habitantes que tiene. Solamente me interesa contar algunas cosas, que hacen que la vida de sus habitantes esta totalmente marcada por la ocupación.
Esta es una imagen satelital de Azzun Atma(*):

Paso a explicar la imagen… la linea roja indica la Barrera de Separacion o Muro.
La linea negra que rodea Azzun Atma señala los planes de construccion del Muro según los mapas provistos por el gobierno israeli en 2006.
La linea azul de abajo es una ruta prohibida o restringida para vehiculos palestinos.
El circulo azul, sobre la linea roja, indica un Chekpoint parcial, o sea que esta abierto, pero la estrucura, y por lo tanto el personal militar, siguen presentes.
por ultimo, sobre la linea negra, hay un circulo rojo. Es tambien un Checkpoint y que está en pleno funcionamiento. La particularidad de este CP es que deja afuera de Azzun Atma a 9 casas, aislandolas completamente del resto del pueblo. Los palestinos y palestinas que viven en esas 9 casas necesitan un permiso especial para pasar por el CP, no pueden pasar alimentos porque los soldados se lo impiden, los chicos que van a la escuela a veces tienen que esperar que terminen de pasar los trabajadores y granjeros, en caso de emergencia, si tienen que ir a un hospital cercano pueden tardar hasta 2 horas en dar la vuelta a travez de Israel...
El domingo pasado fuimos por primera vez a monitorear. Les dejo algunas imágenes del CP…























Otra caracteristica de Azzun Atma es que está muy cerca de un asentamiento… y con muy cerca me refiero a muuy cerca…                                                      

 Estas fotos están tomadas desde el patio de la casa de una familia palestina... que tiene que convivir con vecinos  que le quitaron sus tierras, están ahí ilegalmente, y no tiene a donde recurrir para denunciarlo..




Cuesta pensar que a pesar de estar tan cerca, viéndose todos los días, compartiendo la cotidianidad del vecindario, la distancia que existe entre ambas naciones sea tan grande, que les resulte imposible alcanzar la paz..



(*) Imagen obtenida de la pagina oficial de la Oficina de Coordinacion de Asuntos Humanitarios:http://www.ochaopt.org/

lunes, 3 de octubre de 2011

Construyendo una casa... una vida..

Samid vive en una pequeña villa llamada Azzun Atma, distrito de Qalqiliya. El tiene 28 años, esta casado y tiene una hermosa familia compuesta por una hija de 6 años, y dos hijos mas chicos.
El año pasado, después de haber trabajado mas de una década, pudo terminar su casa, justo al lado de sus padres. Hermosa casa, no solo por la decoración o la estética, sino porque había sido el fruto de su trabajo y sacrificio en los últimos años.
Un día, recibe una carta en la que le notificaban que su casa tenía orden de demolición, porque había sido construida sobre Área C[1]. En la mayoría de los casos, la demolición tarda en concretarse, 1 semana, 1 mes, 6 meses o hasta un año. Samid no tuvo esa suerte. Al día siguiente de la llegada de la notificación, mientras el estaba trabajando, y su mujer y niños en la casa, llegan en conjunto la IDF, algunas bulldozers y mucha gente. Un soldado golpea en la puerta de la casa y le hace saber a la esposa de Samid que tiene 15 minutos para sacar lo más que pueda porque iba a empezar la demolición. Con la ayuda de algunos vecinos que se acercaron, ella y sus hijos e hija intentaron sacar todo lo que podían.
La demolición empezó. En menos de una hora, la casa, lo que había quedado adentro, su vida, sus sueños, su trabajo, quedo reducido a escombros….
Cuando todos se fueron, Tala, la hija de 6 años, fue a lo que había sido su habitación, tratando de encontrar algunos de sus juguetes… después de unos minutos de buscar, y de no encontrar nada, se larga a llorar y corre a los brazos de su madre…
Actualmente, a menos de un año de la demolición, Samid y su familia están viviendo en una pequeña habitación en la casa de sus padres… en el patio trasero, como si fueran vecinos, se puede ver una casa que pertenece a un asentamiento.
El nos recibió en la casa de sus padres, respondió todas la preguntas que podíamos hacerle, conocimos a sus hijos e hija, nos ofreció jugo y te… en todo su relato, no se asomo ninguna señal de odio o rencor… solamente tristeza y resignación.


[1] Los Acuerdos de Oslo, firmados en 1993, entre Isaac Rabin y Yasser Arafat. Entre otras cosas, los Acuerdos establecían una división administrativa de Cisjordania en Área A, B y C. La Autoridad Nacional Palestina, continuadora de la Organización de Liberación Palestina y creada en ese año, mantenía control civil y militar sobre Área A; control administrativo y civil en Área B, en conjunto con Israel quien se encarga del control militar; y finalmente Área C que le otorga control militar y civil exclusivo a Israel. Esta última corresponde el 72% de Cisjordania. Mas información en http://www.biu.ac.il/Besa/books/maps.htm

domingo, 25 de septiembre de 2011

Un día como cualquier en el Checkpoint de Qalqiliya

Una de las tareas que tenemos que hacer es proveer de presencia protectora (protective presence) en los Checkpoint y puertas agrícolas. Hoy fui al Checkpoint de Qalqiliya. En promedio alrededor de 3000 o 4000 hombres y mujeres lo atraviesan todos los días para ir a trabajar.
El Checkpoint abre a las 4 de la mañana. A las 3.45 llegamos, junto con uno de mis compañeros AEs de Irlanda, nos compramos un rico café árabe, y nos ubicamos en un lugar por donde se pueda ver a la gente entrar. Mientras estábamos yendo a este lugar (la única forma de hacerlo es pasando por el medio de la gente que estaba esperando) mientras caminábamos entre la gente, una sensación de profunda humillación recorrió todo mi cuerpo, y mientras me acercaba al lugar en donde nos paramos como observadores, no podía dejar de pensar en los miles de palestinos y palestinas que sufren diariamente esta humillación, y no pueden hacer mas que cruzarlo de manera “pacifica”, para evitar problemas con la los soldados. No podía dejar de pensar en que yo solo estoy observando y monitoreando por tres meses, que después vuelvo a mi casa, a mi vida, a mis proyectos… pero ellos siguen sufriendo las consecuencias de la ocupación todos los días. No podía dejar de pensar que yo no puedo hacer mas que observar y reportar, mientras los que se ven afectados en su vida cotidiana son ellos, y no yo…
Siempre tengo la sensación de que tengo que terminar mis escritos con algún pensamiento optimista… y la verdad resulta muy difícil encontrarlo. Después de un rato, me pongo a recordar a las (todavía) pocas personas que conocí en estos días, y el aliento y “consuelo” que ellos nos brindan a nosotros. Resulta paradójico que quienes sufren en sus cuerpos, vida, familias, la ocupación son quienes nos dan palabras de aliento, y nos hagan recordar porque estamos acá, y como serían las cosas para ellos si nosotros no estuviéramos. Y no lo digo con intención de llenarme de orgullo, sino es solo un recordatorio de porque estoy acá y porque hago lo que hago, y no es nada mas complicado que un simple “ama a tu prójimo”

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Pasando por un Checkpoint

El sábado experimente lo que muchos palestinos y palestinas viven todos los días. En Ramallah, mi grupo y yo nos tomamos un colectivo que nos llevaría a Jerusalém. Antes de subir el chofer nos advirtió que él no iba a poder pasar por el checkpoint y que nos íbamos a tener que bajar del colectivo, cruzarlo caminando y tomarnos otro colectivo del otro lado del checkpoint. Una vez que llegamos al puesto de control, el colectivo se detuvo y subieron 2 soldados israelíes pidiendo identificaciones de todos los pasajeros. No había muchos, porque algunos ya se habían bajado. Cuando toca mi turno, agarra mi pasaporte, lo observa con mucho cuidado y se lo queda para él. Además se queda con el de mi compañera AE y con los de una pareja, que luego me entere que eran brasileros. Nos dijeron que nosotros debíamos pasar por el checkpoint caminando, y nos devuelven el pasaporte.
Atravesamos una parte del puesto de control, una especie de estacionamiento, hasta llegar al sector de los scanners. Ya había gente esperando, solo dejaban pasar por el molinete de a dos personas por vez. Estuvimos un poco más de 20 minutos esperando. Cuando me toco pasar, tuve que dejar mi mochila y valija para que sean escaneadas, pasar por el scanner corporal y luego mostrar mi pasaporte.   
La sensación que tuve después de salir, fue una mezcla de humillación, bronca, impotencia, desesperanza… todo eso sumado a una inmensa tristeza al pensar que había hombres y mujeres que someten a otros hombres y mujeres a esta clase de humillación todos los días, y que ni siquiera esta en ellos el cambiar las cosas, sino que todo esta manejado por personas que no respeta la humanidad del otro.
Hace varios días que tengo este articulo en mi cabeza, no lo publicaba porque me parecía que necesitaba una especie de “final feliz”…  me di cuenta de que la única forma, o por lo menos la mas importante, para que haya un final que pueda ser feliz y que realmente elimine esta permanente humillación, es que se termine la ocupación israelí en territorios palestinos para que ambas naciones puedan al fin vivir en paz. 

viernes, 16 de septiembre de 2011

Introducing Jayyous

Jayyus es una pequeña villa rural, con alrededor de 3000 o 4000 habitantes.
La vida cotidiana de estar personas se ve afectada constantemente por la ocupación y
por los obstáculos impuestos por el Estado israelí. En toda Cisjordania hay 520 obstáculos, entre checkpoints, road gates, earth mound,
trenches and road barriers.
En la pequeña area de Jayyus hay 4 puertas agrícolas
 y un checkpoint para entrar a la ciudad de Qalqilya.

tanto las puertas agrícolas como los checkpoints abren por un periodo determinado de tiempo, algunos por solo 15 minutos, otros durante todo el día. Quienes van a trabajar a las granjas necesitan permisos especiales para atravesar cada obstáculo, si alguno de ellos esta cerrado y los granjeros tienen que utilizar otra puerta agrícola, solo pueden pasar por aquellas por las que tengan permisos.
Como Acompañante Ecuménica (EA) mi tarea consiste en monitorear el funcionamiento de los distintos puestos, cuantos hombres y mujeres pasaron, y como se comportan los soldados con los campesinos y con nosotros. Recién van dos días en los que visito estos puestos, y ya puedo observar lo agotador que resulta hacer todo esto todos los días, inclusive para los mismos soldados israelís que están obligados a cumplir con el servicio militar y con estas tareas.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Imágenes de Ciudad Vieja

Entrada a Ciudad Vieja por puerta Damasco


Puerta de una Iglesia Ortodoxa Armenia



Centro de Educación Judío

El Muro de los Lamentos, la parte para los hombres

Un grupo de mujeres mirando hacia los festejos de los hombres

Jerusalem cosmopolita

El 11 de septiembre fue un día especial para muchos, pero sobre todo para mi. Fue el día que llegue a Israel para dar comienzo al programa de Acompañamiento Ecuménico. Durante la mañana estuve paseando por la Ciudad Vieja, que esta dividida en 4 barrios o “quarter”: el judío, el armenio, el musulmán y el cristiano. Al caminar por sus calles se pueden oler los distintos aromas de las especias y de la cocina; se pueden oír los diferentes idiomas que hablan quienes viven allí y de quienes están de visita; se pueden ver a diferentes personas, cada una con su vestimenta, caminando por las calles, yendo al mercado, a la iglesia, sinagoga o mezquita, a su casa o solamente pasear y tomar un café. El otro día casualmente leí un artículo sobre una chica que nació en el barrio turco en Berlín, ella comentaba que Berlín era una ciudad muy cosmopolita, porque había diferentes culturas viviendo allí. Eso me hizo pensar que tal vez Jerusalén sea una de las ciudades más cosmopolitas del mundo, y me animo a decir que una de las más antiguas. Casi nunca esta en la lista al lado de Nueva York o Londres, sin embargo, solo por caminar sus calles y ver su gente, uno, o por lo menos yo, percibe que hay algo muy cosmopolita en esta ciudad, y es muy triste pensar que esta sumergida en un conflicto que niega las diferentes expresiones culturales y tradiciones tan características de esta ciudad, y que la hacen tan única.

lunes, 5 de septiembre de 2011

90 días en Palestina


En unos pocos días restaré llegando al aeropuerto Ben Gurion en Tel Aviv, Israel. 
Por los tres meses que le siguen estaré viviendo, compartiendo, trabajando, en una pequeña aldea rural de Cisjordania llamada Jayyous,  جيوس
El motivo por el cual hago este viaje es que estoy participando de un programa del Consejo Mundial de Iglesias, llamado Programa Ecuménico de Acompañamiento para Palestina e Israel, por sus siglas PEAPI. La idea central del programa es realizar acciones de acompañamiento a palestinos e israelíes que luchen por los Derechos Humanos, así que en éstos tres meses voy a estar compartiendo codo a codo con gente local que sufre día a día las consecuencias de los asentamientos y la política del Estado de Israel hacia los palestinos. 
Jayyous esta ubicada al noroeste de Cisjordania, muy cerca del muro que la divide con Israel. la situación de Jayyous es muy particular, ya que el muro divide las tierras mas productivas de la población que la trabaja, por lo que todos los días los trabajadores tienen que cruzar portones agrícolas para acceder a las tierras. Aunque todavía no lo presencie, el transito por estos portones puede ser bastante humillantes. Quienes están a cargo que se abran en los horarios establecidos, no siempre lo hacen, y eso significa que los trabajadores lleguen tarde o pierdan todo un día laboral por este motivo. Mi rol, entre otros, como Acompañante Ecuménica (EA), es controlar que se cumpla el horario, y cuando no sea así, notificar a quien corresponda para revertir la situación.
Yo no pretendo con los tres meses que esté allá que se llegue a una solución pacifica del conflicto ni que nuestra tarea pueda influir la mente de los grandes lideres políticos, pero por lo menos, si con algo de lo que yo pueda hacer modifica en lo mas mínimo la situación de algunas personas que lo sufren día a día, es suficiente para mi y vale la pena dejar en "stand by" mi vida por tres meses.