lunes, 5 de septiembre de 2011

90 días en Palestina


En unos pocos días restaré llegando al aeropuerto Ben Gurion en Tel Aviv, Israel. 
Por los tres meses que le siguen estaré viviendo, compartiendo, trabajando, en una pequeña aldea rural de Cisjordania llamada Jayyous,  جيوس
El motivo por el cual hago este viaje es que estoy participando de un programa del Consejo Mundial de Iglesias, llamado Programa Ecuménico de Acompañamiento para Palestina e Israel, por sus siglas PEAPI. La idea central del programa es realizar acciones de acompañamiento a palestinos e israelíes que luchen por los Derechos Humanos, así que en éstos tres meses voy a estar compartiendo codo a codo con gente local que sufre día a día las consecuencias de los asentamientos y la política del Estado de Israel hacia los palestinos. 
Jayyous esta ubicada al noroeste de Cisjordania, muy cerca del muro que la divide con Israel. la situación de Jayyous es muy particular, ya que el muro divide las tierras mas productivas de la población que la trabaja, por lo que todos los días los trabajadores tienen que cruzar portones agrícolas para acceder a las tierras. Aunque todavía no lo presencie, el transito por estos portones puede ser bastante humillantes. Quienes están a cargo que se abran en los horarios establecidos, no siempre lo hacen, y eso significa que los trabajadores lleguen tarde o pierdan todo un día laboral por este motivo. Mi rol, entre otros, como Acompañante Ecuménica (EA), es controlar que se cumpla el horario, y cuando no sea así, notificar a quien corresponda para revertir la situación.
Yo no pretendo con los tres meses que esté allá que se llegue a una solución pacifica del conflicto ni que nuestra tarea pueda influir la mente de los grandes lideres políticos, pero por lo menos, si con algo de lo que yo pueda hacer modifica en lo mas mínimo la situación de algunas personas que lo sufren día a día, es suficiente para mi y vale la pena dejar en "stand by" mi vida por tres meses.